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HISTORIA

Don Vicente López Pereda, rico indiano natural de Bedón y vecino de Medina de Pomar durante sus últimos años de vida, dispuso en su testamento, dictado el 15 de junio de 1919, un legado de 75.000 pesetas con el que el Ayuntamiento de la ciudad pudiera dotar alguna obra caritativa.

La Corporación dispuso que sirviesen para la construcción de un nuevo hospital asilo el cual, tras superar múltiples inconvenientes, se levantó en la zona de Santa Clara, muy cerca del actual emplazamiento, inaugurándose el 8 de octubre de 1923, festividad de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. El Hospital, desde el principio, quedó prendido en el corazón de todos los medineses, quienes se volcaron para hacerlo realidad y en él sigue instalado en la actualidad.

Aquel primer hospital-asilo sucumbió ante un voraz incendio acaecido durante la noche del 20 al 21 de enero del 1965, sin ocasionar, gracias a Dios, daños personales. Todo parecía perdido pero, una vez más, el cariño y la generosidad de los medineses, tanto de la ciudad como de la diáspora, ayudados por aportaciones de entidades públicas y privadas, y no sin superar grandísimas dificultades, lograron levantar un nuevo edificio en terrenos muy cercanos a los del anterior. Estas nuevas instalaciones fueron ocupadas el 10 de julio de 1969, originando una nueva etapa en la que el Asilo ha pasado a ser un espléndida Residencia, cómoda y acogedora, para la tercera edad.

 

Aparte de los nuemorosos benefactores que ha tenido esta entidad benéfica, una de las más queridas por todos los medineses, dos han sido los pilares en los que se ha sustentado su actual fortaleza y esplendor:
a) La Comunidad de Religiosas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, que, desde el principio, han atendido a los asilados y residentes.
b) la entregada y eficiente Junta de Patronos que la ha gobernado durante tantos y tantos años, sin escatimar esfuerzos y sacrificios, y cuyo actual e inquieto presidente, D. José Sáinz Zorrilla, "Pepín", como a el mismo le gusta que le llamen, viene ostentando el cargo desde agosto del año 1981, tras otros siete años de vocal.

Para sus oficinas y despachos, la Junta de Patronos utiliza los bajos de las casas números 2 y 4 de la Calle Mayor, edificios dejados a su favor como mandas testamentarias por otro de sus grandes bienhechores, el ilustre medinés D. Lorenzo Roldán, y que hoy sirven de sede a varias asociaciones culturales de la ciudad.

Los últimos años, la RESIDENCIA DE ANCIANOS NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO de Medina de Pomar ha sufrido, o mejor dicho gozado, de una etapa de continuas y espectaculares mejoras que han logrado poner a disposición del residente unas instalaciones y medios que son motivo de orgullo y satisfacción para todos.

 

Las religiosas que atienden la institución se han sabido adaptar a los inevitables cambios que, desde aquella tarea de pura y dura caridad de los primeros tiempos, y siempre entregadas a la vocación cristiana que las inculcó su fundadora la beata Sor Piedad de la Cruz, las ha llevado a los actuales de compañía y atención exquisita y personalizada a los mayores en ella acogidos.